Voluntarios de Undood Argentina trabajando con niños en actividades comunitarias

Convertite en voluntario/a

Ser parte de Undood significa mucho más que donar tu tiempo.

Significa estar presente donde más se necesita, crear vínculos reales, y dejar huella en infancias que merecen oportunidades.

Significa aprender, acompañar, emocionarte, crecer en equipo y confiar en que cada acción, por más chiquita que parezca, suma.

Beneficios de ser voluntario en Undood Argentina

Beneficios

Experiencia de trabajo en equipo dentro de una Asociación Civil. Certificado de voluntariado al finalizar Descuentos en capacitaciones de CoderHouse. Ambiente joven, dinámico y colaborativo Oportunidades reales de aprendizaje y crecimiento Acompañamiento y mentoría constante.

Ver posiciones abiertas

Valores

Soñamos con un futuro en donde los niños y niñas que hoy se encuentran vulnerabilizados, carenciados y marginados puedan construir una autoestima sólida e incorporar herramientas para desarrollarse plenamente en la vida adulta.

Icono valor amor

Amor

Todo lo hacemos con mucho amor, dedicación y cariño para sus destinatarios, sean los hogares y quienes residen en ellos, o bien nosotros mismos, los voluntarios.

Icono valor empatía

Empatía

Nos conectamos con el otro desde la empatía, percibiendo sus necesidades, miradas y emociones; poniéndonos en su lugar para comprenderlo e intentar colaborar.

Icono valor familia

Familia

Nos sentimos en equipo como una familia. Nadie está solo; nos cuidamos, cooperamos, aprendemos y nos divertimos en conjunto.

Icono valor compromiso

Compromiso

Actuamos con profunda responsabilidad con nuestra misión, siendo conscientes del alcance e implicancias de nuestras acciones y decisiones.

/Testimonios Undood

Voluntaria de Undood compartiendo su experiencia

/Testimonios Undood

"Encontré mucho más de lo que fuí a dar"

Milagros, voluntaria desde 2019

Empecé buscando una forma de ayudar... y terminé encontrando un lugar.
En Undood no solo acompañamos a chicos en situaciones difíciles, también construimos un espacio donde el tiempo, el juego y la presencia tienen un valor inmenso.

Ser voluntaria me enseñó a estar, a escuchar, a mirar con otros ojos. Cada actividad es un intercambio: lo que damos vuelve multiplicado. Y cuando te das cuenta del impacto que puede tener un ratito tuyo en la vida de alguien, ya no hay vuelta atrás.